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Cosas q hacer en madrid hoy
Qué ver en madrid
Es una visita obligada para los aficionados al arte y parte esencial del Triángulo del Arte de Madrid, junto con los museos del Prado y Thyssen-Bornemisza. Ocupando un inmenso edificio de losas, el Reina Sofía presume de una impresionante fachada con ascensores de cristal y acero, diseñada por el arquitecto británico Ian Ritchie. En la actualidad, el museo es igual de impresionante por su parte trasera, con tres edificios, construidos principalmente en vidrio y acero, dispuestos alrededor de un patio y cubiertos por un tejado triangular de zinc y aluminio, obra del arquitecto francés Jean Nouvel. Este ambicioso proyecto de ampliación añade casi 30.000 metros cuadrados al ya amplio espacio artístico del patio situado al suroeste del edificio principal. Incluye espacios para exposiciones temporales.
La gran joya del Reina Sofía es sin duda el “Guernica”, la apasionada denuncia de Picasso contra la guerra y el fascismo, un cuadro que conmemora la destrucción en 1937 de la ciudad vasca de Guernica por los bombarderos alemanes que volaban en apoyo de las fuerzas franquistas en la Guerra Civil española. Algunos historiadores del arte, a veces alentados por el propio Picasso, lo han visto más en términos formales, como una reflexión sobre la historia de la pintura occidental utilizando elementos de la obra de los antiguos maestros. Picasso se negó a que el cuadro se expusiera en España bajo el régimen de Franco, y no fue hasta 1981 cuando finalmente se trajo a España desde el Museo de Arte Moderno de Nueva York. El “Guernica” está en el Reina Sofía desde 1992, cuando fue trasladado desde el Casón del Buen Retiro en medio de una gran polémica. El artista pretendía que el cuadro estuviera en el Prado -del que el Casón es al menos un anexo- y su familia se opuso amargamente al cambio de ubicación. No cabe duda de que la adquisición del “Guernica” impulsó enormemente el prestigio del Reina Sofía, pero la conflictiva saga del lugar de descanso final del cuadro ha continuado: el País Vasco exigió que esta famosa obra se expusiera en el Museo Guggenheim de Bilbao, pero su petición fue rechazada por el Museo Reina Sofía tras los informes negativos de los departamentos de conservación y restauración.
Cosas únicas que hacer en madrid
Y aunque algunos lugares emblemáticos como el Museo del Prado o la Plaza del Sol, aunque definitivamente vale la pena el desvío, son extremadamente famosos y para evitar si usted es más un tipo de chica (o chico) fuera de lo común, no hay que perder toda la esperanza.
Sin duda, una especialidad de los desayunos madrileños. Esta delicia podría ser incluso más atractiva (si es que eso es posible) para algunos después de una larga noche fuera, justo antes de acostarse mientras sale el sol. O como un pequeño y agradable descanso de la tarde o un postre. O todo ello.
Ofrece dos estaciones. La estación motor – Rosales y la estación tensor – Casa de Campo. Y le permite acceder a unas vistas impresionantes de la ciudad y a una perspectiva diferente a 627 y 651 metros sobre el nivel del mar, respectivamente.
Asista al espectáculo flamenco más importante del mundo en el histórico tablao de Torres Bermejas. Sea testigo de la extraordinaria actuación del Cuadro Flamenco formado por los mejores cantaores, guitarristas, palmeros y bailarines de la tradición flamenca.
Cuenta la leyenda que el rey Carlos III aprobó en realidad dos diseños diferentes sin darse cuenta, y como sus asesores tenían miedo de hacerle saber que se había equivocado, decidieron fusionar los dos proyectos.
Cosas gratis que hacer en madrid
¿Por qué ir? A diferencia de Barcelona, Madrid no puede ofrecer un viaje rápido a la playa de la ciudad como alternativa a la vida urbana. Pero lo que le falta de arena lo compensa con espacios verdes y frescos y hermosas rosaledas. El Parque del Retiro, que data de la época de la reina Isabel I y el rey Fernando, es el lugar ideal para hacer ejercicio (perros y humanos), tomar el sol, pasear y relajarse en general. Si no le gusta dejar de hacer turismo, visite el monumento a Alfonso XII o el Casón del Buen Retiro, un amplio y precioso salón de baile. O, si prefiere un poco de calma, pasee lentamente por los senderos, deteniéndose sólo para admirar una o dos fuentes.
¿Por qué ir? Algunos cuadros son tan buenos que merece la pena coger un avión sólo para verlos una vez. Otros, no tanto (véase el caballo de George Stubbs en la National Gallery de Londres). El “Guernica” de Pablo Picasso se encuentra en la primera categoría. Esta impresionante imagen antibélica es aún mejor cuando se ve en carne y hueso, que es lo que se puede hacer en el Reina Sofía. Atención: es increíblemente conmovedora. Sin embargo, una vez que haya rendido el debido homenaje a esta obra maestra, también le recomendamos que visite la colección permanente más amplia y las exposiciones temporales de primera categoría que se encuentran en este antiguo hospital.
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El mercado municipal de Vallehermoso se construyó en 1930, y su estructura arquitectónica fue una novedad respecto a otros centros comerciales de la época. Su fachada, colorida y auténticamente madrileña, hace que no pase desapercibida, y ahí está, en su redondez, en la esquina entre Vallehermoso y Fernando el Católico, resaltando el protagonismo que tenía el mercado cuando se construyó y que sigue teniendo hoy. En su interior se encuentra una excelente selección de alimentos frescos de calidad a precios muy atractivos, entre los puestos de carnicerías, pescaderías, fruterías, pollerías y panaderías, que hacen del mercado el lugar donde acudir para la compra diaria, así como un punto de encuentro para los vecinos. El mercado cuenta con una variada oferta gastronómica y de comida para llevar, además de actividades de ocio y entretenimiento.